Legionella pneumophila lo que tenemos que saber

Hoy tratamos sobre la legionella pneumophila, vamos a ver todo aquello que debemos saber. La legionella pneumophila es una bacteria del género Legionella. La primera vez que se registra su actividad fue en EEUU, en el año 1976.

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¿Qué es la legionelosis?

La legionelosis es una infección producida por unas bacterias del género Legionella. Se trata de un proceso febril que se puede presentar de dos formas. Un proceso leve sin afectación de los pulmones, que se conoce como fiebre de Pontiac. O con afección pulmonar, en forma de neumonía atípica, conocida comúnmente por enfermedad del Legionario. Este último tipo de infección es el causado por la legionella pneumophila.

De dónde viene su nombre

Como hemos dicho antes el primer brote sucedió en EEUU en 1976. En Filadelfia, durante una convención de los miembros de la Legión Americana. De ahí viene el nombre de “enfermedad de los Legionarios”. Cuándo se descubre y nombra a la bacteria causante de la infección, se empieza a denominar legionelosis.

Legionella pneumophila

Es esta bacteria la que más comúnmente está detrás de la mayoría de brotes epidémicos. Se transmite por el agua. Y se encuentra con facilidad en lagos, ríos, aguas termales y en general en cualquier sistema con agua. Hoy por hoy no se conoce la dosis mínima que causa la infección. Se ha constatado no obstante, que en personas potencialmente vulnerables no precisa de una gran exposición al foco infeccioso. La edad y algunas patologías previas a la infección inciden en la transmisión de la enfermedad.

También es importante la concentración de la bacteria en el sistema hídrico. Así como la dispersión de los aerosoles. Y por supuesto el grado de virulencia de la cepa origen.

Legionella pneumophila síntomas

Cuando resultamos infectados por la legionella pneumophila, se presentan los siguientes síntomas:

• fatiga,
• dificultad para respirar y en ocasiones,
• diarrea en algunas ocasiones,
• e incluso dolores musculares.

Legionella pneumophila tratamiento

Una vez infectados por legionelosis, el tratamiento es antibiótico. Los distintos agentes antibióticos usados tienen mucho que ver con la situación de los pacientes. La infección no afecta a todos por igual. Hay factores como la edad o el estado del sistema inmunológico, que agravan los síntomas. Algunos de estos agentes:

• eritromicina. Con posibles efectos secundarios indeseables. Como flebitis y alteraciones gastrointestinales.
• claritromicina. Indicada para pacientes inmunocompetentes.

Cómo se transmite la legionella pneumophila

La manera de transmitirse más habitual es la inhalación de aerosoles contaminados. Agua pulverizada, distribuida en chorros o nebulizada. También al aspirar agua contaminada por esta bacteria. Con un riesgo cierto y muy alto, debemos señalar a pacientes muy vulnerables ingresados en hospitales.

Control de la legionelosis

Hay que tener presente la dificultad de diagnosticar la legionelosis. Los síntomas son muy similares a los de otras infecciones. Desde cualquier neumonía o incluso una gripe, comparten síntomas. Las analiticas convencionales no detectan la bacteria de la legionella. Se deben hacer cultivos muy especializados para su detección.

En España la enfermedad es de declaración obligatoria. Esto quiere decir que en cuanto se detecta una infección se da aviso a las autoridades sanitarias. Somos el país de Europa con más casos declarados. Francia e Italia son los otros países que copan los primeros puestos. Pero existe la sospecha de que no todos los países tienen nuestro mismo rigor en declarar los brotes. Incluso nuestro sistema es criticado en la misma línea.