Síntomas de la legionela, ¿cuáles son?, ¿cómo evitarlos?
La legionela es una bacteria que causa la enfermedad del legionario, una variación grave de neumonía, además de otra más leve, conocida como fiebre de Pontiac.
La bacteria legionela se encuentra comúnmente en ambientes acuáticos naturales y artificiales, como lagos, ríos, sistemas de agua potable, sistemas de aire acondicionado y jacuzzis.
De ahí la importancia de realizar un mantenimiento frecuente preventivo de todos esos equipos y que evitan, a la larga, infecciones muy peligrosas.
En este otro post te hablamos de la legionela y cómo prevenirla, hoy queremos extendernos hacia los síntomas de esa infección y cómo reconocerlos para que te hagan saltar las alarmas de que algo está pasando.
Resumen...
Síntomas de la infección por legionela
Los síntomas de la infección por legionela pueden variar desde una fiebre leve hasta una neumonía grave, un amplio abanico de gravedad que vienen provocados por las dos consecuencias importantes de la infección que te hemos comentado: enfermedad del legionario y la fiebre de Pontiac.
Enfermedad del legionario, síntomas
Una forma severa de neumonía con síntomas que aparecen entre 2 y 10 días después de la exposición a la bacteria.
Los síntomas comunes incluyen, fiebre alta con posibles escalofríos, dolores musculares en todo el cuerpo, tos, dolor en el pecho, dificultad para respirar y náuseas, cuando el afectado tiene una persona mayor, añade esto a la posibilidad de confusión, sobre todo si se trata de personas mayores.
Fiebre de Pontiac, síntomas
Una enfermedad más leve que no afecta los pulmones y se parece a una gripe, en este caso los síntomas aparecen entre 24 y 48 h después de la exposición.
Fiebre menos intensa, dolores musculares, parecidos a los de una gripe, dolor de cabeza, escalofríos y náuseas menos severas y de manera ocasional, son consecuencias de esta infección.
¿Cómo se produce la contaminación por legionela?
Entender las formas en que puede contaminar los sistemas de agua y los mecanismos de transmisión es esencial para dar con las medidas efectivas de prevención y control.
01. Fuentes de contaminación
La fuente de la que puede partir una infección que llega a contagiar a muchas personas llega de puntos muy diferentes y que son cotidianos en la ciudad, por lo que la importancia de tenerlos detectados es fundamental para que eso no ocurra.
Sistemas de agua caliente sanitaria
Como los calentadores de agua y los tanques de almacenamiento, propicios si no se mantienen adecuadamente.
La temperatura ideal para la proliferación de legionela está entre 20 °C y 45 °C, y estos sistemas a menudo operan dentro de este rango de temperatura, por lo que es vital un mantenimiento adecuado e impedir la acumulación de sedimentos y depósitos minerales en los tanques.
Torres de enfriamiento y condensadores evaporativos
Utilizan agua para enfriar el aire y pueden dispersar gotas de agua contaminada con legionela al ambiente, una falta de limpieza y desinfección deriva en la formación de biofilms, y a la proliferación de la bacteria,
Sistemas de aire acondicionado
Aunque los sistemas de aire acondicionado en sí mismos no son una fuente común de legionela, contribuyen a la dispersión de la bacteria si utilizan torres de refrigeración mal mantenidas.
Las gotas de agua contaminada esparcida por el sistema de aire acondicionado, aumentan el riesgo de inhalación.
Jacuzzis, spas, fuentes decorativas y humidificadores
Otro foco común debido al uso de agua caliente (crea un ambiente ideal para el crecimiento de la bacteria) y a la posibilidad de formación de aerosoles.
Las burbujas y el vapor esparcen gotas de agua contaminada al aire, y hacen muy fácil que se inhale la bacteria, llega a ser auténticas reservas de legionela si no se mantienen adecuadamente, especialmente por la enorme posibilidad de agua estancada
02. Mecanismos de transmisión
La principal vía de transmisión es a través de la inhalación de aerosoles contaminados, especialmente en entornos cerrados o mal ventilados.
Estos aerosoles contaminados son generados por fuentes como duchas, torres de enfriamiento, spas y humidificadores, siendo su inhalación la forma más usual de transmisión.
En algunos casos, puede ser aspirada directamente en los pulmones si la persona ingiere agua contaminada, porque “baja por el camino equivocado”, especialmente en personas con dificultades para tragar.
03. Factores de riesgo
La calidad del agua influye significativamente en la proliferación de legionela.
- Agua con baja concentración de desinfectantes, como cloro, favorece el crecimiento bacteriano.
- Los biofilms, comunidades de microorganismos que se adhieren a las superficies dentro de los sistemas de agua que sobreviven y proliferan protegiéndose de los desinfectantes.
- La temperatura, la legionela crece entre 20 °C y 45 °C, mantener el agua fuera de este rango es crucial para prevenir su proliferación.
- El agua estancada proporciona un entorno adecuado para el crecimiento de la bacteria.
Cómo prevenir la legionela
La prevención de la legionela se centra en controlar la bacteria en los sistemas de agua, así como reducir la exposición, y se consigue con unas medidas clave que previenen su proliferación y minimizan el riesgo de infección.
01. Mantenimiento de sistemas de agua
Los sistemas de aguas necesitan de una serie de medidas diferentes según hablemos de agua caliente o fría
Sistemas de agua caliente
Controlar la temperatura del agua caliente para que esté por encima de los 60 °C , además, purgas regulares que eviten la acumulación de sedimentos.
Sistemas de agua fría
Mantener la temperatura del agua fría por debajo de los 20 °C, e inspeccionar y limpiar regularmente los tanques de almacenamiento de agua fría.
Torres de enfriamiento y condensadores evaporativos
En estos equipos es esencial seguir las indicaciones del fabricante, además de las normativas locales, para no incumplirlas por desconocimiento.
Por otro lado, es obligatorio limpiar y desinfectar regularmente, monitorear y mantener niveles adecuados de desinfectantes y biocidas.
02. Diseño e instalación adecuados
No solo se trata de mantener unos equipos que ya están en funcionamiento, sino preverla en su fase de diseño, para conseguir evitarla con unos puntos clave que se deben tener en cuenta.
- Diseñar sistemas de agua sin puntos de estancamiento donde el agua pueda quedarse quieta durante largos periodos
- Utilizar materiales de construcción que minimicen la formación de biofilms, y sedimentos en los sistemas de agua.
03. Control y monitoreo
Implementar programas de gestión del agua que incluyan la monitorización regular de los niveles de legionela, y la realización de acciones correctivas cuando sea necesario.
Realizar análisis microbiológicos periódicos para detectar la presencia de legionela en los sistemas de agua, y tener margen para actuar antes de un contagio masivo.
04. Educación y concienciación
Este último punto, aunque parece el más sencillo, no lo es en muchas ocasiones.
Es imprescindible informar, concienciar a los usuarios del riesgo de no tomar medidas de prevención, y una de las maneras es hacer ver qué puede ocurrir, mostrando, como aquí, los síntomas que pueden sufrir y lo sencillo que de un contagio si no se toman medidas a tiempo.
Es la legionela, una enfermedad muy contagiosa que puede abarcar a un gran número de la población, solo partiendo de un origen mal mantenido donde ha aumentado la proliferación bacteriana.
En imprescindible conocer cómo trabaja para evitar su aparición y eso empieza en el diseño de las instalaciones, y continúa con un mantenimiento y limpieza durante toda su vida útil.
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