Las reparaciones que una comunidad de vecinos puede evitar (con algo de previsión)
La mayor parte de las comunidades de vecinos acaban pagando más por lo que no hacen que por lo que hacen.
A veces por ahorrar, otras por desconocimiento o dejadez, se van acumulando decisiones (o la falta de ellas) que acaban saliendo, literalmente, muy caras.
De entre todas, hay cuatro (que se toman o no) que se repiten y hacen que tu comunidad se encuentre con un gasto que podía haber evitado con solo un poquito de previsión.
Hablamos de algo que a lo mejor no se le da la importancia que debería hasta que llega el momento de llamar al técnico: los conductos de aire, su limpieza y mantenimiento frecuentes.
Resumen...
La importancia de la calidad del aire en interiores
Antes de hablar de errores o malas decisiones, hay algo fundamental que muchas comunidades siguen sin tener en cuenta: la calidad del aire que se respira dentro del edificio, desde los portales hasta los garajes, trasteros, cuartos técnicos e incluso en los propios conductos de ventilación.
Todo el aire que circula por ellos lo hace cargado de polvo, humedad, bacterias, hongos o incluso sustancias tóxicas, lo que lo convierte en un asunto muy importante a tener en cuenta.
¿Por qué es tan importante?
Porque ese aire circula continuamente, y lo respiramos todos, aunque no lo notemos.
Cuando los conductos de ventilación están sucios o en mal estado, no solo huelen mal, también transportan partículas nocivas que afectan, en mayor o menor medida, a la salud:
- Irritación de ojos, nariz y garganta.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Alergias respiratorias.
- Fatiga crónica y sensación de aire viciado.
- Empeoramiento del asma o enfermedades pulmonares.
Además, en zonas comunes poco ventiladas, como garajes o sótanos, la acumulación de monóxido de carbono u otros gases llega a ser un riesgo grave, sobre todo si los sistemas de extracción no funcionan correctamente.
4 puntos que hacen que tu comunidad pierda dinero
Cuidar el estado de los conductos no es solo un tema de mantenimiento, es una cuestión de salud colectiva.
Una buena calidad del aire mejora el bienestar y previene enfermedades, además de evitar costosas intervenciones futuras, que afectan mucho a las arcas de la comunidad.
1. No limpiar los conductos de ventilación… nunca
Sí, así, sin rodeos: no hacer nada durante años con los conductos de aire es un error carísimo.
Muchas comunidades no se dan cuenta de que por esos tubos circula aire que pasa por pisos, garajes, trasteros, cuartos de basuras… y que, con el tiempo, acumulan polvo, humedad, grasa y todo tipo de microorganismos.
Pero, ¿qué pasa si no se limpian?
- Los motores trabajan más y consumen más electricidad.
- Se forman humedades y moho que afectan a las paredes.
- El aire huele mal y se vuelve más denso y cargado.
- En casos extremos, puede haber insectos, roedores o incluso riesgo de incendio.
Una limpieza y desinfección profesional una vez al año o cada dos años, dependiendo del uso, es infinitamente más barato que tener que reparar un sistema completo de ventilación o enfrentarse a problemas de salud y quejas de vecinos.
2. No revisar bajantes ni desagües… hasta que revientan
Este es un clásico de los errores comunitarios: mientras no haya fuga, nadie piensa en las tuberías, pero llega un momento en el que no pueden más y revientan, entonces, prepárate para:
- Reparar techos y paredes de varios pisos.
- Cambiar tramos de tuberías.
- Aguantar el enfado vecinal y el olor a humedad por semanas.
Las bajantes y desagües deben revisarse y limpiarse cada cierto tiempo para evitar acumulaciones de cal, toallitas o raíces de plantas que se cuelan por juntas antiguas.
3. Dejar para “otro año” arreglos pequeños
Esa humedad en la esquina del garaje, ese ventilador del cuarto de contadores que “más o menos funciona”, ese mal olor cuando entras en los trasteros y que no entiendes por qué si lo tienes casi vacío, …, todo eso son pequeñas cosas que, revisadas a tiempo, tienen fácil solución, pero en otro caso son “bombas de relojería”
Los pequeños desperfectos no desaparecen, se agrandan, y cuando al fin te pones con ellos, lo que antes era un “retoque” se convierte en una obra con presupuesto elevado.
Una mancha de humedad que aparece y no deja de crecer en los trasteros de los sótanos, provocada por una mala ventilación del recinto.
Ese ruido en el aire acondicionado que se puede evitar con una limpieza frecuente, según aconseje el fabricante.
Ese mal olor continuado provocado por la suciedad de los conductos de ventilación que recorren el edificio.
Son tres de los problemas que más a menudo nos solicitan clientes que han ido ”dejando dejando” un problema pequeño hasta que se ha hecho insostenible.
4. No tener un plan de mantenimiento general
Este es el error más invisible… y el más común.
Muchas comunidades no tienen ni un pequeño plan anual de revisión y mantenimiento, sino que se actúa solo “cuando pasa algo”, y entonces:
- Que siempre se improvisa.
- Que hay que pagar más por reparaciones urgentes.
- Que no se puede prever ni presupuestar con lógica.
- Que los vecinos acaban cansados y con la sensación de “esto es un desastre”
En I+D Control nos encargamos de que tu comunidad de vecinos no tenga que estar pendiente de las averías de los conductos del aire acondicionado, porque realizamos el mantenimiento que necesitas que evita llegar al punto de las reparaciones costosas que derivan en el cambio de la instalación.
Si tu comunidad no tiene nada de esto, plantea en la próxima reunión hacer una hoja de ruta sencilla, con un calendario aproximado y partidas presupuestarias preventivas.
Si no sabes por dónde empezar, o si crees que tus conductos de ventilación llevan demasiado tiempo sin revisión, escríbenos.
Te ayudamos con una visita sin compromiso, un presupuesto claro y el asesoramiento que necesitas para que el aire que respiras en tu comunidad sea el que te mereces: limpio, seguro y sin sorpresas.